Ella es mi metáfora encontrada,
la interjección mas honda,
mi forma en el poema.
Ella es una suma a la esperanza
un sol multiplicado
un granito en mi arena.
Ella, la respuesta donde a Roma
yo la arribo por derecha cuando el cómo es la pregunta.
Ella es el cariño desde izquierda
que mis ojos deliberan:
¿dónde empiezo?
¿por qué punta?
Ella es el revés de mis afueras
cuando intento contestarme:
¿estoy sano?
¿qué me ha hecho?
¡me desborda de locura!