Isaac Amenemope
Arco de Agua
Permítele hoy a mi debilidad
que busque refugio en el suelo de tus ojos,
permítele al soplo inquirido de mi alma,
que remueva las aguas de tu pequeño brote de Nilo,
si me lo permites,
haré que sobre tus campos llueva el tacto del halago,
haré que de las semillas caídas del árbol de la paz
broten los alcances de tu boca,
haré que de la insinuación termine de brotar
la miel represada en tus panales neurales,
haré que de tus labios el azúcar vuele
como polen amarillo sobre mis costados,
haré que del mar de tu abdomen se comprima
y que las olas dibujándose en mis dedos
se boten por tu escápula...
haré que extiendas los arcos que una ves templaron
airosos las razones de mi lucha,
y cuando eso hayas hecho
con los cuencos de tus manos rebosantes
de disoluciones en medio del chubasco
desahogaré desde el brote de la palabra....
respirare,
y sentiré esa respiración del todo mansa
sentiré el aliento aleteando en tu garganta
como un ave nocturna...
servirá la cumbre de mi desvanecimiento
de nido al estro estable de la aurora,
y mi alma se colgara de los planetas
barriendo a horcajadas la penumbra,
hasta que los cielos pintados desde las aguadas de los días
en el voluble tafetán vuelvan a quemarse,
y la inquietud ingente sin memoria
despierte al balbuceo azul de pez amamantado.
otra vez encapotado,
desmembrándome del cobertizo
sacudiendo oscuridades
y deshilvanando mediaciones,
como ahora,
pasare dócil la pluma por el aire del jazmín,
y lo dejare caer a lo profundo de la contemplación humana,
a lo amplio de mi uno
y cien mil despertares
las planicies que ponen el horizonte
como ocaso perdido a vagar de costa a costa,
las fronteras remansadas de azul
explayando la serpiente de sal que devora mis jardines...
cabalga mi paciencia sobre las fases contraídas de la luna
y mis lunas galopan,
entre la hierba cósmica,
tiran mis ojos del anhelo de ver por un segundo mientras
el corazón se desata del vuelo a la distancia,
apuñado mi bonanza del momento
como quien corta su piel en la marea del trigal erótico
como quien decanta palabras concientes de tsu corazon
como quien colecta besos en el laberinto de zarzas,
para poder frecuentar la fuente del arrobo
y acariciar el lado frágil de la naturaleza,
para poder llevar la luz de la soledad
al otro extremo de los valles
para poder volar la prelusion
poco antes de que partas
sin contactos al desprendimiento de nuestros jcuerpos,
creeré, incierto, que aparecerá una nueva forma de acercarme
de pasar el huracán cual tentación
refrescante por tus labios,
y será como aproximarse
al hendimiento de un capullo solitario,
será como devolver el irresistible asomo
de la ternura
como secar al soplo de la melodía de tus alas
y ponerla a danzar en un capullo mas inmenso,
veras desde en cielo de los Dioses el panorama
que mete sus bosques,
sus mares,
sus montañas,
en un pequeño cofre engastado con pupilas
y lustrando con el celaje de cada sorprendida mañana!!