Un cómplice
gorrión da el OK,
limamos los ejes del caos.
Dejamos liberado
a este impávido amanecer
tu voz y
las esencias
del inicio.
Aclara el día titilando
de frío e imprevistamente todo
se satura
de ocre.
El sendero en declive impulsa
tu fábula al río.
Tal vez clame al sesgar tus días.
De la rivera
las barcazas de hojarascas
nos cuenta en cada muestra
tu cara fregada de marrón glasé.
El viento no cesa
y solo pesa
la historia de tu ayer.
Tal vez te salgas de órbita y
encuentres tu rosal.
Y si se me da la gana titilare...