Leom Kolmnela

OLVIDARÉ TODO MENOS EL MÁS GRANDE AMOR

 

 

Olvidaré el destino no porque no me interesa,

pero al olvidarlo mantendré mi promesa.

Pues es el destino de quien empieza y termina,

que da vida difícil o quizás muerte divina.

 

No hay algo malo que por bien no pasa,

y no hay destino que la muerte no disfraza.

así que es igual como vivir en el destino,

que esta hecho por el bueno, y por el mal camino.

 

Se va todo en la vida pero hay algo que queda,

así como lo sucesivo que hace que suceda.

Anduvimos por el mal y lo pasamos bien,

lo pasamos bien, pero fue todo un desdén.

 

así que olvidaré pues a  todo lo vivido,

que pasó como una palabra en un sordo oído.

Pero me disculpan, nunca olvidaré a un amor,

que sin nunca estudiarlo, fui su gran pastor.

 

Hay dos cosas que vivimos aunque no creemos,

y si nos preguntamos, seguro que las sabemos.

Una es el amor y la otra es la salud,

y todas las demás no tienen actitud.

 

Así que olvidaré cualquier parte de la vida,

fuera hecha de fiestas  o de pasión herida.

Fuera hecha de madurez, o fuera hecha de infancia,

que quedó en desdén o que tuvo importancia.

 

 

Me olvidaré de todo, de mi pena y de mi pluma,

de los que me maldijeron o me llevaron a la fortuna.

Me olvidaré de los momentos que me llevaron dolor,

y lo único que recordaré será un gran amor.

 

Así que en el olvido me quedaré con ella,

me sentiré seguro en mi nido de estrella.

Me olvidaré de todo pero nunca de su honor,

pues nadie se olvida de su más grande amor.

 

 LEOM KOLMNELA