Caminé hacia ti, como una luz impactante,
mientras me iluminaba tu delirio y tu antojo.
Tu eres una reina, yo tu mendigo amante,
caminé hacia ti, sin abrir mis ojos.
Caminé mi amor, sintiéndome como un inválido.
que arrastra su cuerpo para ver algo nuevo,
para ayudar a nuestro amor pálido,
camino mi amor, pero no me muevo.
Camino con un afán que no se a dónde me lleva,
me caigo, me levanto, sin saber de ningún dolor.
Me siento un Adam, mientras tú te sientes Eva,
y salvamos al mundo, desatando nuestro amor.
Camino sin saber que tú estás en algún lado,
pero camino igual, como si tú estuvieras.
Camino con el miedo de alguien estupefacto,
que tú devalúas, que tú lo adoras.
No es por el camino que parece tan largo,
ni es por la fatiga que me surge de tu honor,
ni es por un sentido muy dulce, o muy amargo.
Es solo por la infancia de nuestro viejo amor.
LEOM KOLMNELA