Luis Rayo

LA MAGIA DEL AMOR

Recuerdo los alientos amorosos que se exaltaron,

allá en el horizonte donde rayaba el edén.

Guirnaldas y zafiros colgaban de tu cuello,

siendo tus ojos como el cielo

que en lo más alto… se iluminaron.


¿Recuerdas a la luna amante que en plenilunio nos cobijó?

Éramos sus fieles enamorados de plácida sonrisa

en el bosque sinuoso y en él, tu cuerpo encantado

como bella amante se tendió con desnudez encendida.

 

Los pájaros con trinos entonaron mis deseos.

Jadeos solo se escuchaban

en el cálido bosque que nos dio cabida,

y una sonrisa tímida y maliciosa tuya

anunciaba la satisfacción de un nuevo despertar.

Mí corazón de amor bullía

habiendo traspasado la inmortalidad.

 

Tras el transcurrir del tiempo que calló un instante,

muy enamorados lentamente nos incorporamos.

Las rosas despidiendo vivamente su fragancia,

la magia del amor había cumplido

con creces su divino cometido,

y yo a tu lado, con mi amor rendido.