Has perdido la memoria
la orientación del lugar,
ni tan siquiera conoces
la habitación donde estas.
Te extrañas de lo que pasa
ignoras la situación,
repites las mismas cosas
contestas sin ton ni son.
Quizás Dios lo quiso así
para evitarte el temor,
de ver tu amada sufrir
consumirse en el dolor.
Preguntas con extrañeza
al vernos a tu alrededor,
el llanto de nuestros ojos
el motivo, la razón.
No sabes ni lo que haces
sentado en la habitación,
donde tu esposa querida
el sueño eterno emprendió.
DEDICADO A MI SUEGRO POR LA PERDIDA DE SU ESPOSA CON TODO MI CARIÑO.