Me esperabas... no puedo negar que tu presencia
me puso nerviosa al verte allí, donde me solías esperar...
Mi corazón dio un brinco he hizo todo lo posible
para que no lo notaras; pero el esfuerzo fue inútil,
te diste cuenta al instante y al sonreír, recordé que,
de todos los que me conocen, eres tú quien me conoce mejor.
Preguntaste si sería posible te acompañara
a cierto sitio por mi desconocido,
-es una sorpresa, por los viejos tiempos, que contigo quiero compartir-,
dijiste con esa sonrisa tuya a la que no me puedo resistir.
Acepté titubeando, -¿por qué no?- me dije,
después de todo, quedamos como amigos.
Me tomaste de la mano y la soltaste enseguida,
pues recordaste de inmediato que ese sitio ya no te pertenecía.
Hablé del clima para olvidar lo ocurrido,
fue tan evidente mi incomodidad, así como lo fue tu gruñido...
Pregunté a dónde me llevabas y la sonrisa te volvió al rostro,
-es sorpresa, ya te dije- y haciendo bromas continuamos el camino.
No fue largo el recorrido, mas a mi me pareció eterno:
había tanta cercanía, que eso me puso aún más de los nervios.
Cuando al fin llegamos a ése sitio, me di cuenta que para ti
era el paraíso deseado, pues en él iniciarías el proyecto
que en la cabeza te rondaba desde hacía mucho tiempo
y al que yo ya había olvidado.
Me mostraste el pequeño lugar con gran entusiasmo
que me contagiaste tu alegría,
en verdad fue una grata sorpresa, a pesar del vacío que allí había.
Al final del corto recorrido, hiciste una pausa y me miraste a los ojos,
tomaste de nuevo mi mano y esta vez sin soltarla
pronunciaste un "te extraño..."
Me quedé inmóvil y apretaste mi mano, repetiste no se cuántas veces
"te quiero" y "te amo"...
Estaba helada, éso también notaste,
me abrazaste tiernamente y mi espalda acariciaste.
Me aparté un poco, necesitaba respirar,
pero fue sólo un segundo, pues me volvías a abrazar.
Tus siguientes palabras hicieron que abriera mis ojos,
dijiste:-soy tuyo, jamás he dejado de serlo-
y sin pensarlo dos veces en mis labios plantaste tremendo beso...
Mis labios reaccionaron y te devolvieron el beso con tal fiereza
que ahora fuiste tú quien quiso apartar la cabeza,
mas desechaste la idea y a mis labios volviste,
suplicando entre suspiros por más...
Dejé que saciaras tus ansias de mi
dejando que tus manos recorrieran mi ser,
que llegaran hasta donde ellas quisieran,
e invitaran a las mías a hacer lo mismo por el tuyo...
Y entonces ya nada nos pudo detener...
la llama que creímos extinta volvía a arder con más fuerza...
Era tanto tu deseo de saberte por mí poseído,
que se te notaba en los ojos de la pasión su brillo,
era tan grande como el mío de quererte poseer...
Te dije muy despacio apenas despegando los labios de tu cuello:
-Eres mío...-
noté que sonreíste... y con un último suspiro mencionaste:
-tarde me di cuenta que siempre lo seré...-
*
meny♥
*