Serà hoy, serà mañana, yo no sè.
De tanto desearte te encontrè.
Mi cuerpo se hizo cofre para tì.
Serà en marzo ò serà en abril.
Son nueve meses de esperar.
Toda una vida, para amar.
Dolor tan grande, nunca sentì.
Que se esfumò al contemplar,
tu carita angelical.
Tus manitas color de cielo
en mi rostro se posaron.
Y la eternidad hizo nido entre mis senos.
Allì estabas, pedacito mìo, colgando de mi cuello.
Se conmovieron los luceros,
y la luna de estaño, acariciaba
con sus rayos, tu carita sonrojada.
Los angeles del cielo,
de improviso encontraron,
un mundo alumbrado por
la luz de tu mirada