Conozco las líneas de mi cuerpo
porque tú; al contacto,
con tus manos las dibujas,
en tan suaves caricias.
Voy descubriendo el calor
que emana de mi piel
solamente en tus abrazos;
sólo por tus brazos.
He sabido de amor y ternura
porque tú, en tus labios,
me has dado con tus besos,
tan blancos y luego apasionados.
He conocido el amor,
nuestro amor, que envuelve
como suave brisa serena,
como ola brava en tormenta.
He visto la profundidad del mar
cuando embelesada en ti
contemplo la amorosa mirada
que me das en tus ojos.
Ahora sé, nada sabría,
y tal vez, nada sentiría
sin tu enseñanza de mi cuerpo
y la geometría de mi vida.