Después de creerme dueño del mundo
me he quedado solo,
entre un bosque en ruinas.
De aquel árbol donde brotaba la savia
sólo quedó el tallo,
porque se le secó la vida.
Mordiendo el mundo con mi dolor
siento que aún me queda vida.
Pero ya sin hojas
y con la flor perdida
para que quiero agua,
si mis raíces están arriba.
Quiero dejar el bosque
que me lleve la corriente
para que quiero el tronco,
si me quedé sin semillas.
Arriba la noche más triste cada día,
rumiando mi dolor,
y sin encontrar salida.
¡Oh! Noches de torturas
donde me juega duro la vida,
déjenme ser solo leña
que bajo de mis sombras,
nadie se cobija.
Adiós paloma blanca,
adiós amor de la vida
me quedé sin tu luz,
sin flores y sin semillas.
Porque te fuiste sin mí
dejándome solo en el bosque
que hoy para mí,
esta desierto y sin salida.