Me dijiste: A la distancia y aún así te siento con una sonrisa y la adicción de besos ¿podrá alguna musa llenar tus deseos? ¿Llegará la luna a robar todos tus versos? creo que no es cierto y aunque no estés junto a mi te quiero.....
Te respondí: sólo por esta vez no te hablaré, no quiero hacerlo, lo que quiero es besarte, porque mis palabras fluirán fácilmente con el lenguaje del amor, tu y yo navegaremos en lo mas lejano y profundo del firmamento, en donde solo las estrellas serán testigos de nuestro amor, en donde solo la luz solar nos podrá acariciar, en donde la luna será nuestra mascota, volaremos en nombre del Dios, recabaremos cada centímetro del cielo, buscando una morada digna para amar .
Respondiste triste y bella: es grande lo que siento por ti, pero siento también la distancia y el dolor de cada adiós, no por ello guardo tus besos como tesoro.
Y terminé ya casi sin poder hablar: no dudes bella jamás de lo que siento por ti, hemos hecho de la luna un cachorro y seguramente evadiremos la distancia, el tiempo y el temor.
Callé, y te besé como siempre lo he deseado.
Derechos reservados: Adriana Diaz e Ivan Velandia