Tiene mi tierra sureana,
Sabor a coco, sabor a sal,
y el aroma de los cielos
es el perfume del mar.
Se desmayan las palmeras
por el viento y por el sol,
y los paisajes le visten
de manto jade y arrebol.
Es un paraiso eterno
sol y arena,
alba espuma de sal,
conchas y caracolas
adornan tu traje de mar.
Acapulco es primavera
fauna, flora y su calor;
ya te veo presumiendo,
¡Tus bellas puestas de sol!