Escrito en letras grises,
se ha desnudado en sonetos,
con telón de poesía triste
su esencia flotó en mis versos.
Sensiblemente invisible,
vestido de melancolía,
su belleza me persigue
si se hace melodía.
De deseo es su textura
y su contorno de esperanza,
un sueño en noche de luna
es la miel en sus palabras.
Inolvidabelemente irresistible,
va abrazándome su recuerdo,
eres tú... niño imposible
su más hermoso dueño;
que llegó a enamorame
sin querer ni presentir,
que con heridas de diamante
iba a impactar en mí,
con inspiradoras sensaciones
y acústicas bahías de ilusión,
que han escrito tu nombre
para siempre en mi corazón.
Ceci Ailín