nelida anderson parini

El Niño Del Amor

La máquina del tiempo se ha encendido

y vuelvo a recorrer los callejones,

plagados de besos y latidos

que me hacen recordar viejos amores.

 

Recuerdo aquella noche en el establo,

lo oscuro calándonos los huesos

tiñéndolos de negro color diablo

y nosotros blanqueándolos a besos.

 

 

Lentamente el amor se fue asomando,

lo vi aparecer por un portillo.

Pequeño, desnudo y sollozando,

su orfandad cargando en un hatillo;

como quien juega y un tanto despistado

corrió hasta nosotros el chiquillo.

 

 

Tratamos de escapar de aquel niñito

de pasitos de ángel asustato,

ojos de luna, carita de melón azucarado.

Más de astucias y mañas infinito

el pequeño se sienta a nuestro lado.

 

Palpitan corazones con la fuerza

de fieros animales encelados.

Los sentidos adormecen la cabeza

nocturno amanecer desenfrenado.

...el niño nos contempla emocionado...

 

En piel se tornan nuestra ropas

la danza del amor ha comenzado.

Susurro de grillos y cigarras

de rítmico zumbar acompasado.

...el niño sonriente emocionado...

 

La lluvia de caricias recrudece...

Su humedad presente en cualquier lado...

¡Al fin el pensamento silenciado!

Abriendo los sentidos al momento

tomamos del amor lo más sagrado.

 

El chiquillo mirada refurgente

entrega su candor en un atado.

Se acerca aún más... nos mira frente a frente.

Su aliento en nuestros rostros se ha posado.

Su cálido abrazo nos seduce dejando al sentimiento enamorado.

Desconfiados zafamos presurosos, es inútil ...su magia ha ganado.