Voy a construirte un cielo
sin puertas y sin ventanas.
No habrá tejados, ni suelos,
ni paredes, ni fachadas.
Pasearemos los dos
por sus calles y sus plazas,
disfrutando nuestro amor,
cada día en la mañana.
Y por las tardes, perdidos
entre ríos de ilusión,
jugaremos como niños
hasta la puesta del sol.
Y por las noches… galaxias,
refugio de enamorados,
las nubes serán la almohada
y por sábanas mis manos.
Y yo sembraré un jardín,
con semillas escogidas.
Sólo rosas para ti,
jacintos y buganvillas,
con las que adorne tu frente
como reina de mi vida.
Mi escudo de armas presente
se postrará de rodillas.
Y te llevaré en mis brazos,
como en carroza real…
mi alma será el palacio,
donde tú pernoctarás.
(RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR)