La palidez de los rayos del sol,
en esta fría tarde de invierno
me hace ver el cielo tricolor.
Al elevar mis ojos, dibujan
en una nube tu cuerpo desnudo
y veo cómo se desvanece tras el viento.
Materia que ya no eres ni serás.
Ave que con sus alas
hecha a volar, cual ciego, su imaginación.
Nubes de litio y bromo se evaporan
en este anochecer tortuoso,
de tan solo ya no tenerte.
Graciela Noemí ricava
(Azulenlanoche)
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