En el regazo de su voluntad
Amanece su amor eterno y sublime conmigo todos los días
Atardece mi amor caminando en su recuerdo con melodías
Anochece en mi lecho su manto de bondad sin melancolías
Amaneceres, atardeceres y anocheceres, que me dan alegrías
Sumamente sutil es algo sublime el poder sentir su energía
En el hablar, el escuchar, el caminar y andar en buena compañía
Reposando la mente y el alma en su bella excelsa y viva armonía
Que puedo decir de esta sensación que me brinda día a día
Dejemos los obstáculos que nos apartan de su sabiduría
Entreguémonos en cuerpo, mente y alma a su sintonía
Su voluntad es hermosa me visita con precisión y cercanía
Le doy la bienvenida, es. El quien la manda, ¡hay! La siento mía
Lo buscamos en lo externo y mucho nos cansamos
Él está en nuestro interno pero nunca lo buscamos
Lo queremos ver con los ojos materiales, ver sus pies y sus manos
Y nos olvidamos que es ilimitado, solo un ojo lo ve. Entremos
No tengo otro material para brindarles a mis hermanos
Solo esta mercancía que tengo que me gane cono humano
Luche, busque, mucho me cansé, pero nada fue en vano
En vano seria si mi ojo único estuviera hasta ahora cerrado
La gente no me entendía mis hermanos. ¿Qué música toca
Me miraban con ojos de decirme, hay esta chica, está loca
Es acaso que no saben que ya encontré lo que me toca
Me toca bien adentro, sin instrumentos, ya se suavizo la roca
Me dejo llevar en su voluntad como el vals a la bailarina
Quiero que siempre me lleve en su voluntad divina
No quiero decirle que me cambie, ni me aleje de su rima
Porque su voluntad es mi canción que la canto, sí. Y es muy fina
Con mi cariño Linda
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