Es la flor aquella cuyos pétalos puros
Se abren en la primavera más bella jamás vivida
Son aquellos rayos matutinos
Que iluminan los colores brillantes en su apogeo
¡Brilla, oh capullo de la dulzura!
¡Alégrate, oh brote de la inocencia!
Que el sol comienza a esconderse tras los arreboles
Y el frío vespertino quiere apoderarse de tu belleza
Lágrimas de lluvia caen de esas hojas marchitas
Por la triste venida del invierno
El firmamento encapotado lucha por lucir su vestido más hermoso
En la noche de la primavera más bella jamás vivida
Y el viento le arrebata los pocos pétalos de reminiscencia
De aquella primavera más bella jamás vivida
Por aquél botón florecido en magnificencia
Y aquella lágrima cayendo a lo largo de su traje de seda
¡Pero no te angusties, oh yema marchita!
Porque una nueva primavera viene a aliviarte
Y un nuevo sol vendrá a iluminarte
Niña del capullo ya florecido
¡Canta a la nueva primavera que se acerca
y deja caer ya esos pétalos de reminiscencia!
Para dar espacio a las nuevas corolas de nuevas vivezas
Y escribir en ellas una nueva historia