Recuerdo cómo sabía la desilusión.
Ni siquiera en mis labios,sino en los tuyos.
Recuerdo como antes de ayer,la ciudad se movía,
frenética,en el vaivén de planes sin marcar.
Recuerdo lágrimas dibujadas en
el reflejo de charcos de amargura,
donde yacian periódicos viejos.
Recuerdo cómo paseabas en círculos,
esperando una señal.
Esa mirada profunda,con aire sereno,
que era la más turbia,la más oscura;
Esa misma era la que recuerdo.
Y no otra.
Nunca jamás.