Aunque tú piensas que yo lucho en vano
querer romper la pesada cadena
lograré destruir esa condena
de no poder versar aunque me afano.
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Pero tú no podrás odioso insano
hacer labrar en mí la triste pena
de hacerme una infeliz, enhorabuena
yo tomaré la rienda entre mis manos.
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No es mi sino -aunque fiero arremetas-
convertirme en tu títere y bailar
al compás de tu ritmo de trompeta.
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con mucho esfuerzo he luchado por lograr
no dejarte preparar mis maletas
aunque quisieras no voy a claudicar.
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No obedezco caprichos del Destino,
el Señor me acompaña...ése es mi sino.
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Lena@DerechosReservados.