En diferentes serranías he campeado,
con respeto a esas ansias ya escondidas,
en cinco mundos lejanos he llorado,
no se si de feliz o tristes idas.
En unas pocas horas de mi vida,
tome una decisión bien concebida,
al doler los pies y huesos,
el descanso parte con un día mi hija,
mi terruño azul que me ha regalado,
la lluvia de ciclones atrevidos,
el saludo de mil manos de guajiros,
que saludan al guajiro mas lejano,
y al final del día,
no hay ciclones,
solo mi corazón huracanado,
que convierte lágrimas en amores,
y en la lluvía que despide a la familia,
juraría que gotean solo flores!