La flor despreciada
Presumido y muy galante
he ofrecido una rosa
a una dama con esmero.
Me di cuenta al instante:
mustia se puso la flor.
Sorprendido, me refiero,
no era de su devoción
y el regalo ha rechazado;
lo sentí en el corazón.
Una ofrenda tan hermosa
a tan misteriosa dama
produce en el caballero,
él galante y gentil,
que un cardo borriquero
se ofrezca de mejor gana
a damas de este salero,
y con la traza tan vil.
Poemas de Camilo