A María Guadalupe Ramos
Hoy no estás en el mundo,
pero estás en muchos corazones
en el mío, vivirás por siempre
¡mujer diáfana, impoluta, humana!
Tu sonrisa, tu alegría, tu entusiasmo
permitirán que siga transitando
por el mejor camino que un día
escogí, ¡El de la enseñanza!
¡Dale a Dios las gracias de mi parte
por haber creado un ser Incomparable como tú!
¡Dile que me causó un inmenso dolor!
pero que lo entiendo, pues necesitaba
del ángel más maravilloso de la tierra
para que lo ayude a guiar al florilegio
de ángeles en ese paraíso donde tú
habitas hoy.
MSc.. Ingrid Chourio de Martínezdel Poemario "Profundo"