Si me cuentas tú viejo
de los largos senderos
que la vida te ha dado
al llegar hasta acá,
estaré muy atento
a escuchar tus recuerdos
plantados del enigma
que nos trae la edad
Cada canto de niño,
cada abrazo sincero,
cada lágrima tierna
que resuena en tu piel,
son la huella del paso
de la vida y del tiempo
que recuerda el silencio
de la sabia vejez.
La sonrisa discreta,
olvidar las ofensas,
disfrutar lo sencillo
y aceptar la verdad,
son costumbres de viejo
espejo de su senda,
que nos muestra el camino
de la frágil bondad