"Viajé en el tiempo por la eternidad/ y me vi cuando era pequeño,/ aún no eras mi realidad,/ pero ya eras mi sueño".
Soñar no cuesta nada ¿no es cierto?
Aún no pagamos impuesto por eso.
Se vale soñar dormido o despierto
Con tu voz que tanto me envicia,
Con lo que descubro en una caricia,
Con lo prohibido y letal de un beso.
Se vale soñar también con imposibles,
Y hasta soñar que no estás soñando…
Que en realidad pueden ser elegibles
Las opciones para en el alma sentir,
Que podemos todavía todos sonreír
Aun cuando el mundo esté llorando.
Soñar es una opción que te da Dios
Para dejar de ser quien eres a veces.
Tienes otra cara, otra risa, otra voz
Y aún estando del todo dormido,
Dejar de ser quien siempre has sido
Y ser por momentos el que pareces.
Soñar te permite en ocasiones volar,
Estar en otro lugar en sólo segundos,
Te sientes tan bien que pareces flotar
Y percibes una manera extraña de vivir,
Despiertas de pronto, vuelves a dormir
Y notas la diferencia entre los mundos.
El de los sueños donde todo puede ser,
El mundo real donde a veces nada es.
En uno puedes amar, puedes querer…
En el otro te tocará quizá pedir perdón,
En uno eres parte viva de una canción
Y en el otro ya ni la cantas tal vez.
Soñar no cuesta nada, nos está permitido
Y es como nuestra opción de ser felices,
Nada está ganado, nada está perdido…
Y a ese mundo paralelo nos aferramos,
Es justo ahí donde puedo creer los te amo
Cuando sé que con el alma los dices.
Soñar no cuesta pero a veces un poco,
Cuando no nos llega lo que queremos
Y vivimos en un mundo extraño, loco,
En el que de la paz no hacemos alarde
Y nos damos cuenta demasiado tarde
De que ya ni siquiera soñar podemos.
Soñar no cuesta nada, entonces soñemos,
En sueños es todo nuestro si lo decidimos,
Ahí está la abundancia de lo que carecemos,
El amor que ambos un día nos entregamos,
Aunque pensándolo bien, quizá lo soñamos
…y nunca lo supimos.