Veinte Primaveras se dan la mano,
para saludar a la que sera la veintiuno,
esas que vieron nacer a la musa,
que cualquier poeta quiso para adornar su mundo.
Veinte Primaveras aprendiendo a amar,
sin saber lo que no es sabido,
veinte primaveras enseñando al mundo,
como muerde una poetisa si entras en su mundo.
Esa poetisa que tanto ama,
sin querer a quien no la a querido,
esa poetisa que un día tendrá,
al príncipe que siempre quiso.
La nueva primavera la saluda,
viendo amanecer un nuevo día,
con su sonrisa de dulce luna,
esa luna que todo poeta quiso.