El tiempo no avanza y tengo prisa
y persiste la nostalgia de mi llanto,
que no cesa, pués te he querido tanto.
He luchado para dejarte en el olvido,
pero en vez de borrarte de mi mente
se acrecienta este amor desmedido.
He inventado recetas y mil cosas
para ver si por fin logro olvidarte,
pasa el tiempo y nada he conseguido,
lo único que hago es amarte.
Me he bañado con la miel de los rosales,
con agua de canela y otras pócimas,
me hundo en el lodo de las azufrares,
me meto de lleno a los colmenares,
pero nada que te alejo de mi mente…
Parece que estuvieses tatuado eternamente.
¡Y me preguntas…! ¿Por qué quiero el olvido?
La respuesta es muy clara y muy concisa,
hace años que espero una caricia...
pero nunca te detienes a quererme,
es mucho lo que sufro, es mucho lo que lloro
y todos los días a Dios le imploro...
¡Qué quite este amor que en mi pecho duerme!
Es un sentimiento que no es correspondido,
se posesiona en mi corazón inerme,
es por eso, que quiero dejarte en el olvido.
Aunque se reviente el alma en mil pedazos,
pisaré las esquirlas con mis pasos,
para no buscarte más
y así terminar este suplicio
que me ata a tu vida con cadenas.
Me retiro de tu vida sin un juicio...
para que llegue a su fin mis penas,
tu amor no me ha traído beneficio,
sólo un vacío que corre por mis venas.
Felina