Cuando llegamos al puerto de la vida,
nadie sabe lo que le puede esperar,
si una senda pantonosa y sin salida
ó una ruta fácil, para poder llegar.
Sabemos que al nacer, somos diferentes
y nacemos todos, criaturas sin maldad,
pero el tiempo al ir pasando, nos convierte
en unas marionetas de la sociedad.
Porque emprendemos una veloz carrera,
sin importarnos, lo que nos pueda pasar
olvidando que tal vez sea quimera,
lo que muchas veces, tratamos de alcanzar.
Olvidamos que el tiempo va pasando
y en la prisa, dejamos cosas por hacer
porque en esa lucha ponemos de lado,
cosas importantes, que hacemos perecer.
Y así en la vida, perdemos muchos años
corriendo tras los sueños, ciegos, sin pensar,
y al final,muchos quedamos por los sueños,
con las manos vacías y ganas de llorar.
Lidia.