Si mi cariño pudiera ganar muchos corazones,
yo me autoproclamaba el rey de los mil amores;
porque las mujeres son muy dignas de ser amadas,
y no basta demostrarlo con tan sólo las palabras.
¿Por qué el que ama sufre? Si es tan bello sentimiento,
pero hay quien lo ha vivido en un valle de tormentos;
va dejando almas penando destrozadas sin piedad
que llegan a la locura, por culpa de la maldad.
Que pena que no se pueda mejor dicho no se deba,
y no haya entendimiento para poder tener más corazones contentos;
y que un sólo corazón dentro del pecho de un hombre,
se pudiera repartir en el de varias mujeres.
Eso sería perfecto y hoy mi mente lo sugiere,
sin que una se enojara o que otra se ofendiere;
mas en mi, el silencio me lo grita, pues la razón no se atreve,
decirme que quien lo piensa es el que menos puede.
¡Piedad te pido Señor! Si mi cariño pudiera ganar muchos corazones,
a cuantas yo amaría cual jardín ama sus flores;
pero la vida nos dicta por principio o por razón,
que sólo caben dos seres en un solo corazón.
Copyright "©" Derechos Reservados 2011
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita