¡Oh!, alma bella atribulada por mil carencias origen de tanta angustia,
¡Grita ya sedición!
No te hundas por las dudas
engendradas por el miedo,
y por falacias nacidas de los verbos corrompidos
que pronuncian con boato
esclavos de la violencia,
tan ajenos a tu esencia,
ausentes de todo amor,
y que atrapan en sus redes
tu inocencia y tu candor.
Eres única, e inconsciente
de tu consciencia divina;
y eres maravillosa.
Rompe por siempre las redes,
dirige al cielo tu mirar,
en él verás claros entre las nubes
que te invitan a escapar.
Elévate, que en tu sustancia ignorada
por tus propios pensamientos
subyacen Fuerzas eternas
que albergan tus sentimientos.
Viaja en sus alas, preciosa,
de vida azares te aguardan
para sufrir o gozar
sin que importe la secuencia,
pues lo importante es amar
alcanzando por ti misma
tu destino y tu lugar.