Cargo con esta cruz desde que recuerdo; la llevo dentro mío y hasta donde sé, ahí se quedara.
Es mi maldición, que me ah quitado el sueño mas noches de las que recuerdo.
No me ah dado nunca una alegría, ni mucho tiempo de tregua.
Me atormenta el saber que me seguirá siempre, como un estigma invisible, muy profundo en mi interior.
El único consuelo que tengo, es que, con suerte, se irá conmigo a la tumba.
Pero ni la muerte me lo asegura...