Contigo y con tu afecto,
pequeña sencilles,
la rotacion se me presenta sin sentido,
seccionada,
irreconocible,
Gracias por atender este sensible caos,
por saltar estos abismales claros
sin perder los gineceos de tu guirnalda,
porque de que le sirven solo tus pitilos,
cuando tu sabes caer integra a mi cuerpo...
quien querria obviar un distancia,
que emprende nuestra magia,
haciendola borbotar
a veces fuera del universo,
a veces dentro de la chispa,
a veces en nuestros corazones,
quien que haya despertado en tus ojos,
con Sol apuntando hacia la fuente
de las sensaciones,
con la luz lista para reparar los sueños rotos...
Enraizado a los pliegues,
de las ramas frescas de tu ceñida esencia,
donde emerge la vida,
mientras vea esa flor
sé que aun hay miel en la tierra,
mientras mi lengua comprenda
al dulce tu piel descendera por mi garganta.
mientras se deshidratan tus labios,
mientras tu dolor brota,
mientras muestras tu úvula;
me aproximo hasta ese velo,
lo palpo,
y palpo la simple respuesta
de tu respuesta timida.
se recogen en tus palmas,
se marcan en tus dedos,
se filtran en la continencia de tu tacto.
somos despojos de un mismo vuelo,
somos suspenciones que caemos hacia otro cielo,
en tus flameares es compartible en arder
de un nuevo roce,
la chispa de un facial desprendimiento.
Hazte suave,
desplaza con ello la cadencia
de este gestual retoque,
reduce el fin de esa extension.
yo no dejare de mirar al cielo,
ni por eso me tentara
la caida en el carmesí infinito...
es que nada se perdera en la relacion,
ni la polinizacion de tus bordes,
ni la marchitez de tu climax,
es que se esta introduciendo,
es que va a libarse
para luego viajar
con tus alas envueltas en perfumes
hacia otras tunicas
¿es que no lo estan viendo?
hay que salir al jardin,
hay que tocarse para salpicarse de polen.
barro descongelado a mitad del anochecer,
desnudas de las capas
mas fertiles de nuestros techos,
eres capaz de quemar,
en medio de las descopaciones mas neutrales,
de enredarte en tus propios hilos
desnudos de mi tacto....
no le falles a la quebradiza cautela,
quien si no tu para proteger la ilusion
la docil serpiente
que se abriga en tu emparrado
virginal y puro...
quien si no tu para salvar
de la santidad mi fuego.
para mostrarlo debil
a las penumbras que nos tocan..
quien con tan variadas purpuras,
con tan misteriosos susurros
desencarcelaria mi genio,
cautivas eternidad en mis ojos,
en tu cuerpo ataviado
sin artificiosas reservas...
entraste al lado psiquico
que en mi descansa,
absorbido entre nieblas somaticas
para enseñarme la magia de tu piel,
y salpicarme de llamas
en mitad de mis propias aguas perdidas...