ENAMORADO ESTOY
¡Oh… la la! ¡Oh… la la!
¡Maravilloso! ¡Maravilloso!
Encontré el amor –el inmenso amor que me buscaba,
escuché sus pasos en los jardines del alma.
¡Milagro!
Algo increíble.
Siento maripositas en mi espíritu
y su suave caricia que me estremece,
que irradia cosquillitas por todo el ser.
Sombras detrás quedaron,
lágrimas, todas…las enjugó el amor/
en un beso sincero que despertó fragancia.
¡Oh… la la!
Que bello trémulo el de sus ojos que me miran con ternura,
cuan compasible se muestra conmigo,
quien lo iba a pensar…
yo llanero solitario,
yo el soliloquio,
yo el errabundo,
el pajarito preso
preso en su propio cuerpo.
¡Ah, que cementerio muriendo vivo!
respirando agonía,
trilce como el recuerdo
que no puede hacer más.
Se soltó la fuente,
sublevada la alegría
y un clarinete inhuso
desabrochó esperanza.
Se escuchan los tambores, se está oyendo el silencio/
ya se calló la prisa, enmudecido llanto;
de oreja a oreja –entre cejas-
sonrojado en el espejo,
cachetes bermejos,
perlas al saliente.
¡cucu ru cucu… canción huraña!
se hizo transeúnte.
¡Oh… la la!
Estoy enamorado/ del toque de sus manos,
de su fulgor eterno y su pelo risueño,
me deleito en su abrazo y duermo en su regazo.
Nardo, azuceno, sereno,
calma di alma,
palma quieta en la tormenta,
en amor hado alado con su risa,
le festive continua,
Nobody would believe it!
mi clamor escuchó.
Me demostró su amor y eso es muy grande,
¡Que se acordó de mí!
Yo me olvidé de él,
más flores me obsequió,
la fe me devolvió… de en alguien yo creer,
y como decir ‘no’ a ese tierno amor,
si es amor eterno y es fiel su sentimiento,
¡Enamorado estoy y quiero que lo veas!
Que mi vida es preciosa y escribo nuevas rosas,
porque Jesús me amó.
Enamorado estoy…
de Cristo mi lucero,
de ese amor verdadero
que a mí me conquistó…
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