Musgos bailarines en mi cuerpo, Hipocampo.
Telas que bordan nostalgias,
En mis dedos, en mis manos.
Selva, rocío, primavera encendida.
Agua corre, algo humedecido.
Verde acuoso corriendo por mis senos.
Un río, un mar…
Ramas entrelazadas,
unidas por el viento desesperado de tus besos.
Mariposa clandestina,
sorteando charcos, sorteando espías,
sorteando miradas fugitivas.
Y el torrente, y la mar, y el cielo oscurecido.
El desierto, la nada, la calma,
un grano de arena, un gramo de sudor.
Déjame.