LETRAS
Esta tarde gris, solitaria y oscura
ese horizonte inmenso, como tu indiferencia
ya no vale el amor, el cariño, la paciencia
el día de ayer ha perdido su blancura.
Entonces, de nuevo, surge y me murmura
quedamente al oído, con suave insistencia
ese diablillo blanco de hermosa apariencia
que vuelva al pasado, donde el amor perdura.
Estoy seguro de su amor, plenamente,
más aún, estoy seguro de la fuerza del amor mío
aunque aneguen los recuerdos toda mi mente
Aunque sienta en mí vivir un gran vacío
que se queda en mi corazón muy largamente
como se ancla en él la gota de rocío.
guivel