Con la miel que dan tus besos, yo consigo la dulzura;
que da alimento a mi alma y mis ansias de vivir,
y en tus ojos yo me busco para mirar mi figura,
porque siento que en tus brazos, soy un hombre muy feliz.
No recuerdo el pasado lo que queda atrás no importa,
me refugio en tu pecho para escuchar el latir,
de un corazón que palpita tiernamente enamorado,
y que estando o no a su lado, solamente piensa en mí.
Eres mujer adorada lo que siempre yo soñara,
cuando ríes me deslumbran bellas piezas de marfil;
pero si en tu rostro veo bajar gotas de amargura,
Tú puedes estar segura que me siento hasta morir.
Con la miel que dan tus besos, yo consigo la dulzura,
que da alimento a mi alma y mis ansias de vivir;
bésame más con locura que con esa boca tuya,
y tu pasión tan candente yo termino mi existir.