Dos dias, nada mas.
El dia del pétalo y el dia de la espina.
El dia de luz y el dia de noche.
Adentro y afuera, para entrar de nuevo.
Ni muy largo ni corto.
Leerte en los pliegues de los ojos las pupilas dilatadas.
Hay una clava espinada. ¿La saco?.
El dia del pie y el dia del paso.
Pasar a ti, pasarte a ti.
Puntapié o camino.
Carta de dos dias, uno primero y otro después.
Del dia del regocijo al dia de la humedad.
Y un momento, un instante, una foto.
La botella que me habla y me hace llorar.
Tumbado el mueble, suave, forro forrado.
Automático, viene el dia de la máquina y la hora.
Son dos dias y el fin.
Un trazo con gracia, una pincelada de golpe.
El dia de verte incompleta y el dia de sonar tu nombre.
Desorden, bochinche, ruido, el dia del ruido.
El dia del juego, cuarto cerrado, todo listo.
Verificado, bajo control. Dueño de la tarde.
Dos dias, muchas palabras.
El dia de antes y el dia del nardo.
El dia del roce y mi dia.
Bailo de una pierna a la otra, un dia si.
Veo a los carros, el mio no existe, el dia de la curva.
Vivo bien, veo números con letras en cajas y cornetas.
Hay helados y tortas, por dos dias.
Y un espiral, y escritura automática.
Eso lo dije antes, hace dos dias.
El dia de la risa y el dia de casi lograr llegar a tocar la cima.
Pero no, no era el dia, eran dos dias.
El dia de la flecha y el dia del horóscopo.
El dia plano, el dia gratis y el dia del lluvioso.
El dia del cuaderno y el dia de los cirros, no cirios.
Se estiran para que los vea, como si a mi me importara algo.
En los siguientes dos dias viene todo.
El dia del frasco frío y el de la bolsa.
Mis zapatos nuevos, ricos, el dia de uno.
El dia de la pila, como cuando algo encima de algo y
se movía, pero ya no. Brillan, son iguales.
No me recrimines, por favor.
En nombre del amor te pido, dos dias.
El primero y el último, suficiente y necesario.
¿El cuero cabelludo a dónde irá cuando lo toque?
Pasar dos dias sin leer la puerta malpintada.
La botella no se abre sola ni te busca.
Las bolas no ruedan, tienes dos dias.
El cable se enreda hacia el nudo, obvio.
Y yo tranquilo, hace dos dias que llegaste.
Se nota que no he dicho noche,
porque hay mil y una, no dos.
Las uñas, lo que le pasa a las uñas es que están locas.
Quieren crecer sin envejecer.
Yo me las pego a la primera oportunidad.
El dia de la hoja y el dia del vaso boca abajo.
Yo soy indetenible, repite conmigo.
Una colcha de retazos no la escribe nadie.
Ni te defiende, ni huye, ni cuenta lo que sobre ella pasa.
Lo que le pasa. Cuenta los cabellos, los que hay.
Un disco, mi reino y un disco.
Canciones para dos dias, antes de mi.
¿Qué se hacía antes de mi?
Mi mandato es sobre dos calles,
las dos empiezan por C, el mismo dia.
Si quieres pasar dos dias, vuelve al principio.
y espérame, ya salí, desperté tarde.