Podrás sentirte sola
pero el ardiente peso del recuerdo
acompaña tus soledades
una noche más.
Podrás perderte en las estrellas
pero el cielo marca rutas y veredas
para guiarte de vuelta
al refugio de tus sábanas.
Podrás abrir ventanas muertas
correr escaleras abajo
deslizarte por aceras desiertas
pero el tiempo de música y sonrisas
terminó para siempre.
Es hora de llorar, piensas
mientras escuchas mi llamada.
Mi presencia al otro lado de la puerta.