Los ojos que ven las maravillas creadas, los oídos que perciben cada sonido mágico, las manos que sienten la textura de formas, los labios que profesan conjeturas asertivas…
Llamo perfecto la inteligencia de un delfín, llamo perfecto el color del amanecer, llamo perfecto el canto de los ángeles, llamo perfecto cada partícula del espacio…
Siento la armonía de lo bello y lo efímero de un abrazo cuando mis caricias cubren tu dolor…
Percibo lo perfecto en lo transparente del agua vital, percibo la sublime fantasía de un bosque, percibo moldear el barro de tus pensamientos para convertirlos en maravillosos retos…
Creo en la realidad insoluble del viento, creo en la eternidad de tus palabras, creo en lo absurdo de un te quiero, creo en la inevitable supervivencia…
Construye a partir de tus vivencias, vive a partir de tus experiencias, experimenta a partir de la naturaleza y convierte algo ilógico en metas cumplidas…
Atrapa las alegrías en las risas de los niños, despierta el capullo de una infalible lucha, predica lo real, retracta el egoísmo, permite observar con los ojos del alma, revierte el poder de la ira, absorbe los olores de la vida…
La perfección de Dios es breve, es letal, es incrédula, es un arma de doble filo, es el letargo de una noche sin control, es combatir la guerra del Yo propio…
La perfección de Dios asusta, hiere, corrompe; la perfección tiene dos ciclos, nacer y morir…
La verdadera perfección de Dios se llama HOMBRE!!!