Fue justo cuando partiste,
Se entristeció el cielo, cambio su color
Después de que a mi lado estuviste,
A merced de la lluvia se quedo este amor.
Llego el soplo que heló mis huesos
Se disipaba la ventisca por encima
Quería sentir tus tiernos besos
Desaparecer el bullicioso clima.
Una delicada brisa arrullaba,
Mi piel estremecía todo el cuerpo,
Me miraba ahí, como me congelaba
No importaba el trascurrir del tiempo.
El viento alzaba el polvo,
Atraía un húmedo tufillo bañado,
Este sentimiento aun era esclavo
De un cuerpo dañado.
Fuertes gotas golpeaban mi rostro
Me cobijaba la abrasadora agua
Saturando el sentimiento nuestro
Calmadamente este se apaciguaba.
Un relajante masaje natural
Como miles de agujas enterando mi piel
Soy impenetrable ante este manantial
Ante el me conservaré de pie