Lissi

PESCADOR (Prosa)

El Pescador. Foto de David Pérez, en mi Guatemala

 

Echa el pescador sus redes en espera de la fortuna, llenarlas de alimento, de placer y aventura. Mientras sus sueños van más allá del horizonte, que se mezclan con el dorado firmamento, que explota en éxtasis de luz y hermosura, al caer la tarde o cuando el alba se levanta.

 

Se refleja en los caminos de agua, que lo llevan a mundos infinitos en febriles alboradas, con su carga viviente de ojos fijos  y bocas de besos atrapados en hilos fortuitos. Sostienen fuertes brazos curtidos por el sol o bañados por la luna, cómplices de la pesca, que engalanará la mesa de ostentosos  comensales o saciará el hambre de las madres que amamantan a sus hijos en pañales.

 

Es el diario faenar de una vida que amanece entre lágrimas y estrecheces.  Es comunión y esperanza con la naturaleza pródiga que balancea el sustento, dando poco o en abundancia.  Es la alegría de sentir la brisa abanicada por palmeras que acaricia el viento, mensajero del encuentro entre su nave y el estero.

 

Lissett C.