Un encuentro sin color,
Es atravesado por el blanco y el negro.
Te entregare cada parte de mi dolor
El dolor de esta cicatriz
Me persigue fuertemente,
El otoño llega sin misericordia,
Y sigue enredándome entre sus fríos dedos.
Soy como un molesto
Trozo de hielo que se derrite.
Levántame gentilmente,
Y juega conmigo entre tus labios.
Aún así seguiré buscando
Una forma única de amor.
Mas que a lo lejano, esos ojos
Marchitos se aferran al presente.
De ser posible, me gustaría acabar
Atrapado de esta forma.
Escondidos juntos, tu pálida piel,
Y que la luna se esconda también.
Desde ese entonces, me he convertido
En algo parecido a la noche.
En un mar de dependencia,
Se me ha olvidado respirar.
Antes de entrar en ese trance,
Dejando atrás únicamente tibieza,
La estética del perdón,
Hace que odie tus besos de orgullo.
No me dejes solo, y deja ya
De amarme por consideración.
Cualquier palabra que digas en tu habitación,
Se escapara rápidamente.
A enredarme y a dormir,
¿Es eso todo lo que puedas enseñarme?
Las preguntas que deja una sonrisa,
Un suspiro perdido,
Y solo la luna los ve.
En el momento en que la próxima aguja larga,
Alcance el techo,
Tú ya no estarás, y yo no seré necesario
Aún así, estoy seguro de que
Buscábamos la forma del amor.
Mas que a lo lejano, esos ojos
Marchitos se aferran al presente.
De ser posible, me gustaría
Acabar atrapado de esta forma.
En vano, ese deseo de la noche traerá la mañana
Con un beso gentil, cálido y lleno de cobardía,
Démosle color a esta última noche,
Que la luna iluminará.