Estoy aquí, pensando
En todo los momentos
Que vivimos juntos.
Cuando por equivocación,
De una llamada inesperada,
Confundiendo las voces, de dos
Creyendo que hablaba, con tu hermano.
Y el resultado de tal similitud,
Insistente, hasta retractarte, eras tú
Insinuaste para propiciar así
Nuestro encuentro.
Que en aquel entonces, te creía,
Confiaba en ti,
Y de esta manera entonce lo veía.
Ansiaba ese momento de estar juntos
Para sentirte, para disfrutar de tu compañía
Donde aprendí todo aquellos gestos, caricias
Sensaciones, hasta locos devaneos
De un fuego encendido
Que te quemabas por dentro
Por el placer que me impartías
Enseñándome a ser mujer,
En ese entonces.
Me dejaste con las cicatrices de aquel fuego
Que en los años venideros
Solo fue de encontrarte
Al no poder ser de esta manera.
Tuve que buscar aquello
Que me habías enseñado
Y luego bruscamente quitado
Desgarrándome la piel de ese entonces
Encontrando en otra piel.
La urgencia precisa de aquellas emociones
Que al momento disfrutaba,
Pero sin darme cuenta cerraba los ojos
Y eras tú acariciando de nuevo mi piel.
Dando ahora yo demostraciones.
Como de un volcán en punto de erupción.
Dejando al otro tan satisfecho y absorto
Por mi comportamiento desbocado
En esa entrega infernal.
Confundiendo así mis sentidos
Siendo para mí, aquel amor
Que no pudo ser, por tu miedo
Al no ser capaz, de afrontar tu verdad.
Preferías que nuestros encuentros
Fueran en la intimidad,
Ocultándonos como forajidos.
Sin testigo, para desatar un torbellino
De pasiones desbordadas
En una desesperación Incontrolable
De estos cuerpos que se deseaban.
Es triste reconocerlo
Pero hoy ya n o te quiero.
Solo eres un recuerdo.
Iven M.