Iven Marino Mesina

LO QUE NO PUDO SER

 

Estoy aquí, pensando

En todo los momentos

Que vivimos juntos.

Cuando por equivocación,

De una llamada inesperada,

Confundiendo  las voces, de dos

Creyendo que hablaba, con tu hermano.

Y el resultado de tal similitud,

Insistente, hasta retractarte, eras tú

Insinuaste  para propiciar así

Nuestro encuentro.

Que en aquel entonces, te creía,

Confiaba en ti, 

Y  de esta manera entonce lo veía.

Ansiaba ese momento de estar juntos

Para sentirte, para disfrutar de tu compañía

Donde aprendí todo  aquellos gestos, caricias

Sensaciones,  hasta  locos devaneos

De un fuego encendido

Que te quemabas por dentro

Por el placer que me impartías

Enseñándome a ser  mujer,

En ese entonces.

Me dejaste con las cicatrices de aquel fuego

Que en los años venideros

Solo fue de encontrarte

Al no poder  ser de esta manera.

Tuve que buscar aquello

Que me habías enseñado

Y luego bruscamente quitado

Desgarrándome la piel de ese entonces

Encontrando en otra piel.

La urgencia  precisa de aquellas emociones

Que al momento  disfrutaba,

Pero sin darme cuenta cerraba los ojos

Y eras tú acariciando de nuevo mi piel.

Dando ahora yo demostraciones.

Como de un volcán en punto de erupción.

Dejando al otro tan satisfecho y absorto

Por mi comportamiento desbocado

En esa entrega infernal.

Confundiendo así mis sentidos

Siendo para mí, aquel amor

Que no pudo ser, por tu miedo

Al no ser capaz,  de afrontar tu verdad.

Preferías que nuestros encuentros

Fueran  en la intimidad,

Ocultándonos  como forajidos.

Sin testigo,  para desatar un torbellino

De pasiones  desbordadas

En una desesperación Incontrolable

De estos cuerpos que se deseaban.

Es triste reconocerlo

Pero hoy ya n o te quiero.

Solo eres un recuerdo.

 

Iven M.