Fui entre tus manos arcilla
suave y fácil de manejar,
en ellas desapareció la niña
nació la mujer que en mi hay.
Quizas no debí de darte
sobre mi, tanta libertad
para anular de mi, mi yo,
barrer mi personalidad.
Hoy solo veo por tus ojos,
todo lo que tu amas…amo
vivo la vida que tu vives
y con tus lagrimas lloro.
No concibo otra manera de ser,
me angustia pensar en perderte,
solo deseo seguir siendo para ti
la niña que fui…eternamente.