Si me voy, y no les dejo rastro,
cuenten de mí que no saben otra cosa
sino el presentimiento de un pecho vacío.
Una vidriera grande y alta con un tobo sin estrenar.
Les confieso, nunca ha sido llenado.
Siendo desempolvado, pasó dos años de pesar.
Y el pesar ha vuelto estando yo despierto.
Si me voy, porque es inevitable que me vaya
olvídense de quien no habla de su boca.
Ya es tarde y mi deber es estar solo
lo que dura un acorde sostenido en tono menor.
Se me nota lo triste y emocionado.
Es que éste estilo nuevo es avasallante.
Es como ropa nueva de aroma tóxico
y me afecta, me hace escribir ridículamente
al regodearme con mis intrascendencias,
como si eso fuera poesía y yo poeta.
Deja de leer, que yo sí soy poeta.
Por eso es que ando solito, limpio y loco.
En ésto no hay fama ni fortuna ni amantes hermosas.
Lo que hay es burlas y manipulación emocional.
Lo que tú quieres es ser manipulada.
Ya me dí cuenta. Qué emoción.
Mi forma de amar me da dolor en los brazos
y pecho al piso en reverencia.
Tú, que estás a punto de gritarme
tienes los ojos solos, como fijos en la Televisión.
Una serie tras otra serie de capítulos y botellas.
Esto es un ataque.
Móntate en la cólera de la independencia.
que ésto es un ataque. Yo te quiero.
Corregir es corregir es corregir.
Un consejo es una rosa es una rosa.
Tu culito y mis consejos.
Un poeta de bolsillo, nunca salga sin él.
Presumo de poder describir la trayectoria
del agua en el aire, cayendo como parábola.
Yo aprendí, me lo enseñaron y lo aprendí.
Tengo el libro de la persistencia de la frente contra la pared.
Si te trancas en una pregunta, pasa a la otra.
Un examen de dos horas en 45 minutos.
Eso es ser todo un macho.
Te sientes como en la Copa Mundial, moviendo el brazo, o los dos.
El infinito es cuando ya no tienes ganas de contar.