Si pudiera tocar el cielo con mis manos
bajaría el azul para mis horas tristes
y si en las noches seguiría tocándolo
me quedaría en la estrella más lejana
para desde su luz imperceptible
espiar los reflejos de tu alma
y con mi titilar llamarte muy quedito
para que mi susurro te arrulle
en las noches de tristes desvelos.
Si pudiera ser dueña de las flores
de todos los jardines de la tierra
haría con ellas un ramillete de ilusiones
y a tus plantas lo pondría vida mía.
Si pudiera realizar mi sueño
de tenerte algún día
soñaría con las ansías mías
para fecundizar mi alma con tu alma.
Esta alma mía
que está ávida de amar con lo que tengo