Mi dócil y frágil tesoro,
Que la fuerza impuesta por el tiempo
No fustigue de ninguna forma el
Claro abierto por el encuentro entre tu pecho...
Que por favor no acuse la duda de tu templanza,
Como en TI,
Los pulsos de mi corazón
Ronronean discretamente, se solazan convertidos,
Como si supieran en si mismos
Lo que ha de significar sentirse aquí
Como en el lugar mas apartado de la tierra,
Empezaran a retoñar extraños
Los días amenazando naturalmente
Con empujarme a un sol distinto
Que del que merezco en los tuyos,
Allá como en las mas desprendida de las “citys”
Se arremolinan inaplicables los hechos
Se desgranan inevitables los acuerdos,
Oh!, nuestro pequeño, frágil, y decisivo tesoro,
No ha sido hecho todavía
Para conocer la voz del torbellino
Porque intentas sacarlo utilizando
Mi nombre para que no se asfixie,
No sientes acaso que su elemento es diferente
De las mas buena e intima de las amistades
Incluso, no sientes que cuando brota cambia
Para siempre dejando en el nido matutino
Del pacto una traza de relaciones que no caben.
Contigo será diferente la pesca
Distinta hasta el colmo
De una conmoción sin faltas!!
De una compenetración libre de un arrebato puro!!,
Me deslizare cauteloso hasta el filo
Donde enseñaste a volar esa pasión,
Y con mis fuerzas dispuestas a conquistar
El cielo en tu vació,
Arponare sinceramente tus mas arraigados vértigos.
Iré así despacio,
Reconociendo en las bandadas de incógnitos
Un fabuloso alcance de desorientadas ansias,
Que no haré para evitar que la normalidad reine,
Me entregare apropiado a la locura
Para reconocer las claves en las cerraduras
Forjadas tras tu sueño,
Necesito descubrirte mas allá de una segunda vez,
Saberte en pos de una primera forma.
Necesito tentar desde ya tu libertad
Inquirir con agudeza en tus aciertos,
Transportar seguro el elixir que preparas,
Por eso convenzo la tentación de llamarte
Para que sirva cómplice la sorpresa
Para que nos adueñemos de lo que nos corresponde
Y convirtamos el dialogo en espacios abiertos
A las estrellas...
He de salir de nuevo al aire,
Ver en las estrellas
Los puntos en los que no se derramo la tinta
De la noche,
Ver cuando se enciende en mi superficie,
Para no quemarme
Al momento de querer tocarla...
Que obtendré después de todo,
Tus manos suplicando
Oxigeno dentro de mi cabeza...
Pero allí no hay demasiado oxigeno
Muchas mas señales,
Y tu no apareces,
Ni un solo de tus tibios contactos,
Ni si quiera uno de tus mas pequeños pasos
Ni siquiera un minuto porque duermes
En la distancia eso quizá sea todo el Cosmos,
Nuestros intersticios,
Y el aliento que los colma,
Nuestros lapsos pasionales
Y el pulsar que los lleva a resumirse en otro día,
Nuestros pastos,
Perdidos de libertad
Esperando a que la distancia
Pueda echarse de verano
A jugar con el sol
A que “que nunca acabe la mañana”...
Hagamos esta vez como un riachuelo,
y que de nuestro filial cauce
Salpiquen gotas de vida hacia las riberas,
toquemos si es necesario la perdida eternidad
de la inocencia,
Saquemos a la reminiscencia
el suculento bostezo de la mañana
Hagamos que lo inextinguible de un abrazo
Acabe con la separación entre los hombres,
a quien le toque volar después
Sobre nuestra planicie intacta,
tu mentón sobre mi frente,
el mismo descanso de un Dios sobre las montañas,
tu cuello vive reflejando
la suavidad que huelo,
Ahora la voz de la paz
Deslizándose en silencio....
Situado a los albores represas,
de sentimiento caudaloso,
Posado ante nuestros esteros,
cada día que surge puedo sentir
el privilegio de caminar a tu lado!!