Fue un destello
que opacó al sol,
un espejismo
que mi muelle vislumbró,
fue la brisa
cómplice viajera
trayéndome cada día
tu fragancia
envuelta en mil quimeras,
¡y la luna!
mostraba en luz nocturna
las fantasías
inducidas por tu aura,
¡y fue así!
de a poco
que me perdí
en el mar de tus ojos.