♥
Cuando quise amarte,
me entregué al torbellino
de un millón de mariposas;
tantos cuentos, tantas cosas…
hechas para regalarte.
Quise amarte en tu disuelto azul
- cielo y mar de las gaviotas –
y quise darte el arco iris,
las montañas, y las costas…
Cuando quise amarte,
me lancé a la agonía
de no dar por los abismos;
Quise darte mis secretos,
mis ideas y egoísmos.
Mas quise amarte…
así, sencillamente.
Con un deseo entre las alas:
la manzana, y la serpiente.
Quise amarte y me caí,
como lluvia en el torrente…
tiñendo estrellas contra el sol,
sobre el agua indiferente.
La abatida golondrina
‘no te pudo hacer verano’.
Mariposas, ¿dónde están,
ya no prefieren mis manos?
-Se han llevado el torbellino,
los secretos, la serpiente;
y de pronto, de repente…
todo es nada… todo es vano.
♥